Cróniques de Merche, dende Nicaragua (VI)

Islla d'Ometepe. Nicaragua.
18/10/06. «Bueno. Buenas noches, buenos días, como empiezo siempre mis cartas. Hoy hemos pasado un calor de la leche. Pero hemos tenido la suerte de la lluvia del trópico al final de la tarde. Un arcos iris maravilloso sorteaba el cielo, lleno de nubes blancas y grises, y con una riestra de luces, sombras...
» Desde el domingo que no he escrito han pasado muchas cosas... Tuvimos la suerte de conocer un lugar encantador. Salimos del ciber y paseando por la calle principal vemos un bar con aspecto agrdable, todo cerrado y no teníamos dónde tomar una cerveza. Se llama "Casa Vieja, sitio de tertulias y trova". Entramos y detrás de la barra hay un camarero y un chico bajito, con el pelo rizado y ojos claros. Al pedir nos saluda, y al oirle hablar nos damos cuenta de que es gallego. Ya nos quedamos charlando con él una hora.
» Se llama Paco y era pescador allá en su Galicia. El tenía un barco, y con el Prestige todo se fué a la mierda. Tuvo una gran depresión y apareció un día por aquí, deprimido y sin saber qué hacer con su vida. Lleva aquí más de un año. Ha montado este bar con música en vivo los domingos y además ha montado una ONG para dar de comer a los niños de la calle. Bueno, todo un personaje. Hoy hemos quedado en ir a las 8 por allí y nos ha montado una actuación de dos cantautores locales.
» Ayer coincidimos en la ambulancia que nos lleva las comunidades, con un grupo de oftalmólogos, otorrinos y enfermeras, también gallegos, que han venido a operar y también hemos quedado allí.
» Bueno, hemos conocido a más gente, un canadiense que lleva 7 años viviendo aquí y da clases de francés, una pareja de obsevardores de la ONU para las elecciones. Hemos quedado hoy todos a cenar en Casa Vieja, así que se va a armar gorda. Nosotras vamosa llevar a la Licenciada Liliana, para que se divierta una ratito.
» Ese mismo día, el domingo, nos invitó a cenar a su casa. Eso merece otra carta aparte. Porque es entrañable y, a la vez, me produce tristeza ver su casa, su familia; ellos son pobres, pero sobreviven con el sueldo de Liliana. Ella es la Jefa de Enfermeria del Silais, pero su marido no trabaja; y tienen tres hijos, una adoptada, la madre de la adoptada que vive con ellos y esta demente, y la madre de Liliana, de 94 años. Todo muy limpio y muy digno, pero se te encoge el corazón.
» Ya hemos visitado 5 Centros de Salud de los Municipios. Se ve menos pobreza que en Jinotega, al menos las calles están adoquinadas y las casas un poco menos mal. La experiencia nos encanta. Nos quedan todavía dos días de visitas.
» ¿No les he dicho que están en proceso elctoral?. Es impresionante. No sé ni cómo describirlo, porque están todo el día por la calle con coches con música y gente con camisetas de colores para dar la propagamda electoral. Estamos empapadísimas de la política del país, hablamos con mucha gente del tema y nadie sabe lo que pasará: si saldrán los Sandinistas o los Liberales. Hay mítines todos los días y, por los caminos, hasta las piedras y los postes están pintandos de diferentes colores: rojos, naranjas...
» Bueno, la de hoy ha sido larga, digo la carta; y con poca poesía, pero igualmente escrita con el corazón. Se despide de ustedes con mucho cariño la enfermera-reportera más dicharachera de la cuadra. Les quiereeeee un montón y gracias a los que escribennnnnn. Muchos besossss. Merche».






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