Cróniques de Merche, dende Nicaragua (VIII)

Tortugullos dica la mar, nuna sablera de San Juan del Sur. Nicaragua.
24/10/06. «Buenas noches buenos días . La crónica toca a su fín, porque el viernes ya staremos en España, así que nos quedan unas pocas horas por esta tierra maravillosa.
»El sábado nos hemos venido por la tarde a la costa del Pacífico. Estamos entusiamadas!!!.
»Llegamos a San Juan del Sur anocheciendo. Lo primero que oímos fue el mar. El sonido de las olas, acunando la ciudad. Chiringuitos en la playa, reguetón, bachata y cumbias. Turistas y nacionales. Nos llevó nuestra miga Gabi, una nica muy especial que conocimos ya el año pasado. Ella es cantautora, y toca la guitarra como nadie. Las canciones de Roxana y Bebe las borda, su voz es fuerte y cálida. Tiene un hotelito en San Marcos, cerca de Granada, y en su "casa abierta", que así se llama su hotel, recalan toda la gente cooperante de Fuden con ganas de movimiento.
»Por la noche salimos a tomar unas Victorias, la cerveza local, y después de cenarnos una langostita para recordar el viaje del año pasado, nos fuimos a un local de la zona donde se divierten los San Juaneros. Estaba lleno de gente sentada a las mesas y ¡¡¡¡¡sorpresa¡¡¡¡¡ era un Karaoke.
»Pasamos una noche divertidísima, porque todo el mundo quería cantar. Unos lo hacían mal, pero había voces agradables, y todos derrochaban puritito sentimiento.
»También había gente en la pista. Yo ya empecé a ponerme nerviosa, pues según oigo estos ritmos latinos se me mueven los pies solitos. María y Gabi no querían bailar ni locas. Así que yo me eché unos bailecitos, con la supervisión de Gabi en todo momento de mis posibles pretendientes.
»Me sacó un negrito a bailar "Palo Mayo", un baile tradicinal de la zona Atlántica , que me recordó al Guanguancó Cubano. Y yo ahí que no tenia ni idea de como se bailaba. El negrito tenia África metida entera en el cuerpo y, de repente, va y se tira al suelo de rodillas, yo miro a mi alrededor y como no se lo que hay que hacer, pues me arrodillo tambien frente a él. La reacción no se hizo esperar. La gente San Juanera cercana a nuestra mesa, se partían todos de risa ja, ja, ja... Cuando vuelvo a mirar a las mujeres, las veo paseando sobre sus parejas con las piernas abiertas y los hombres en el suelo . Todas se movían con una elegancia y seducción arrolladora, y yo haciendo el ridículo más expantoso de rodillas en el suelo. La verdad es que me reí de mi misma con todo el mundo un montón. Fuí el hazmereir del local.
»Al final, los chicos empezaron a tomar (alcohol) y a un silbido de la Gabi, pusimos pies en polvorosa.
»El domingo, día de playa y relax total en la playita del pueblo, nada de darnos toures ni nada de eso. Por la noche íbamos a tener una sorpresa...
»A las 6 de la tarde, nos recoje (nos agarra) un todo terreno y nos vamos a la Playa de la Flor, a ver el desove de las tortugas. Para qué contaros...
»Conocimos a unas cuantas personas esa noche, pero quien más me llamó la atención fué uno de los chicos biólogos que se dedican a contar las tortugas en turnos de 6 horas.
»El chico es biólogo y se llama Darwin, para mas inri. Parece una profesión poética. Contar tortugas que vienen a desovar a una playa de Nicaragua. Este mes de Octubre llevaban contandas 55.000. Nosotras tuvimos algo de suerte, pero no del todo. Vimos nacer a los tortugullos, como llaman ellos a los bebés. Les hemos ayudado a llegar a la playa, pues salen cubiertos de arena y estan un poco desorientados.
»Vemos llegar a una gran tortuga, Darwin nos dice que han salido varias, pero ninguna ha puesto huevos. Cerca hay una pareja de holandeses con una discutidera impresionante y venga darle con la linterna a la tortuga. Al final de tanto follón, la tortuga decide que ese no es su mejor momento para desovar y se va. Le hemos dicho adiós con tristeza. Su andar en la arena es lento y tedioso, queremos ayudarla, pero tiene miedo y la dejamos irse en soledad.
»No nos importa no haber visto el desove... sentimos que los humanos somos mezquinos, ponernos a gritar delante de una señora tan digna y de tan avanzada edad (viven hasta 200 años), venga a darle luz con una linterna para ser nosotros los protagonistas. Bueno, que la noche ha sido estupenda y a las 12 ya decidimos regrasar al hotel (después, una hora de traslado por unos caminos muy llanitos de esos que nos descolocan los huesos).
»Hoy, lunes, nos hemos venido a conocer la isla de Ometepe. Mañana nos levantamos a las 4 de la mañana, vamos a intentar subir al volcán Concepción. No sé lo que pasará porque no estamos muy entrenadas y vamos con chanclas, no muy preparadas. El guía se llama Carlos, y ya nos ha contando todo lo que necestamos llevar: 3 litos de agua cada una y comida, un chubasquero, antimosquitos y paciencia, porque la temperatura es de 32 grados por la noche; no sé mañana lo que hará. Esperemos que la diosa madre nos proteja.
»No me queda mucho tiempo ahora, y no me quiero enrollar, pero hoy hemos estado con los monos, pero en los árboles, libres y al lado nuestro, ha sido un espectáculo.
»No me cabe todo en este mensaje, nada más que hemos aprendido mucha historia, de los indios nicaragua, leyendas del volcán, historias de los conquistadores y de mucha mas gente que hemos encontrado.
»No puedo continuar, se me hace pobre describir más cosas con palabras, Me voy de esta tierra con el corazón bien grande. Espero poder llenaros las tardes del invierno, que está cercano, de la poesía y de la riqueza que estas amables gentes nos han trasmitido en estos días.Me voy con el corazón muy grande, porque allí, al otro lado del mar, sé que me esperan... otras gentes también maravillosas y con las que me siento en sintonía, que me ayudan y me acompañan en mis dias... a las que quiero con todo el corazón. Gracias por estar ahí. Os quiero un montón. Merche».






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